Elimina el no merecimiento de tu vida.
La vida nos muestra continuamente caminos que podemos transitar, los vemos a través de logros que han tenido otros, a través de las cosas que nos gustaría tener y también experiencias que nos gustaría vivir, toda esa información la utilizamos para iniciar a construir nuestros propios sueños. Para el ser humano es muy importante trabajar por un objetivo, se invierten grandes cantidades de energía en alcanzar metas, ya que estas pueden ser indicadores del crecimiento obtenido.
Los sueños, son propósitos mezclados con emociones, frente a cada objetivo que se anhela alcanzar, puede estar el amor, la felicidad, la esperanza, así como también, puede estar el deseo de no tener más dolor, no tener más sufrimiento y demás emociones similares. Cuando se tiene esa mezcla llamada sueños, la mente empieza a construir planes que involucran decisiones, tomas de conciencia e incluso sacrificios. Sin embargo, cuando se está en el camino para llegar a conquistar o en el mismo sueño realizado, puede llegar una voz en la mente que presenta fuertes cuestionamientos, esa voz puede decir “¿realmente te lo has ganado?”, “eso no es para ti”, “no te lo mereces”, y es en ese momento en donde todo lo construido puede estar en peligro, es a esa sensación y voz interna que se le llama el No merecimiento.
El “no merecimiento” sabotea los sueños, causando que no se pueda disfrutar de la conquista obtenida o incluso hacer que se renuncia a ella y retroceder en la vida. Las creencias en el ser humano actúan como instrucciones para desarrollarse en cualquier área, ya sea, el amor, la salud, las finanzas, las relaciones interpersonales y los logros materiales. Creencias como sentirse no merecedor de alguna situación de bienestar, están presentes en la mayoría de nosotros, estas nacen de circunstancias primarias, que en su mayoría son impuestas en los tiempos de crianza.
Durante los primeros años de vida existen tres etapas principales que conducen a adquirir esta creencia. La primera es la observación. El cerebro de un niño empieza a alimentarse de todo lo que observa, como un computador, el infante se va programando para poder actuar ante el mundo. Llega información de cómo entre seres humanos se califican en merecer y no merecer, observa además las luchas que tienen sus padres para alcanzar sus sueños y percibe que en la vida hay obstáculos, la razón ha sido, que todas las culturas han adoptado la creencia de lo necesario del sacrificio para poder alcanzar alguna meta y esto se expresa de forma natural en la manera de actuar. Todo lo anterior continua creciendo en el inconsciente, generando impactos en el desarrollo para toda la vida.
La segunda etapa es el decretar. Un ejemplo de esto, lo puedes observar en el lenguaje que se expresa a los niños cuando desean algo, se les puede decir “vas a obtener lo que quieres hasta que te comportes de una forma o cumplas con algún requerimiento” lo que el cerebro traduce es “no merezco aun lo que quiero” y ese pensamiento se prolonga en el tiempo. Y la tercera etapa es la declaración, una vez se han integrado las dos etapas anteriores la mente empieza a emitir frases limitantes en el mismo contexto, un ejemplo es cuando alguien recibe un regalo y responde con “no tenías por qué molestarte” “no era necesario” y similares. Las tres etapas se van afianzando durante la vida al punto de hacer sentir a la persona que no está apta o que no merece una situación de bienestar.
Eliminar estar creencia no solo permite poder retener un logro, sino que además, es un puente para poder ir construyendo los sueños en cada paso que se necesite dar. Con base en lo anterior, a continuación, te propongo los siguientes pasos para trabajar en la remoción de esta creencia limitante.
Ser consciente de la creencia. Identifica alguna situación en la que hayas sentido que no eres merecedor de algún de bienestar. Es posible que encuentres una frases limitantes como por ejemplo “no creo que sea para mi” “ no creo que me lo den” o incluso puede estar directa la frase “no me merezco esto…”. Para hacer más profundo en el análisis, te sugiero trabajes por áreas, es decir, en el área sentimental, familia, laboral, etcétera. Cuando la tengas te ayudará aún más, el escribirla.
Una vez hayas identificado la creencia limitante ligada al “no merecimiento”, toma unos minutos para pensar en que otros momentos de la vida te has sentido de esa forma. La invitación es a viajar entre los recuerdos más profundos, esto puede llevarte a identificar unos de los orígenes.
Teniendo ya, claridad de la creencia, las situaciones y el posible origen, construye una declaración que sea lo suficientemente fuerte para poder anular la creencia limitante, te doy unos ejemplos:
Todas mis decisiones han sido coherentes para llegar a este momento de la vida, por eso merezco esto (describe la situación de bienestar) que hoy tengo.
Recibo esto (describe la situación de bienestar) porque he construido el camino para llegar a obtenerlo y lo merezco.
Soy un hijo de Dios y merezco esto (describe la situación de bienestar) que es una bendición para mi vida.
Puedo alcanzar este sueño (describe la situación de bienestar) porque soy merecedor de ello.
Visualización. Una vez hayas realizado los pasos anteriores, visualiza como va a estar tu vida en la construcción de ese sueño que deseas o la retención de la situación de bienestar. Una herramienta que ayuda para esta fase, es una sesión de Coaching sistémico. En estas sesiones se construyen configuraciones con fichas y avatares, para poder comprender lo que estábamos sintiendo y encontrar la solución.
Agradecer. Reconoce a través del agradecimiento, lo maravilloso que te sucede en la vida, no solo agradezcas cuando llegues a la meta, sino que también, agradece a Dios y a sus Ángeles durante el camino.
Te invito a realizar el anterior ejercicio, es sencillo y seguro que te llevarás una buena sorpresa. Vivir en conciencia es trabajar en conocernos y comprender lo que más podamos de nosotros mismos. Cuando se trabaja en identificar y eliminar creencias limitantes como el “no merecimiento”, disminuyen los obstáculos para poder desarrollarse en cualquier área de la vida. Te envío abrazos y bendiciones.
Roy Arboleda
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